¡Estoy cansado de lo mismo!
¡Estoy cansado de lo mismo!
En la vida, hay momentos en los que nos cansamos y nos aburrimos de las mismas rutinas. A menudo, estas actividades repetitivas, que realizamos diariamente, son para nuestro bien, aunque no siempre lo comprendamos.
A veces, por aburrimiento, decidimos hacer algo diferente para romper la monotonía. Y, aunque estas nuevas actividades no sean inherentemente malas, pueden llevarnos al pecado y al fracaso.
Un ejemplo de esto es la historia de David y Betsabé. Creo que David se había cansado de ir a la guerra todos los años y decidió tomarse un descanso, quedándose en su palacio durante el tiempo de batalla. Mientras descansaba en la azotea, vio a Betsabé bañándose y la mandó traer para conocerla. Pasó la noche con ella, a pesar de saber que era una mujer casada, cuyo esposo estaba cumpliendo su deber en la guerra. Esta mala decisión llevó a una serie de pecados: fornicación, adulterio, asesinato, y mucho sufrimiento. (Para más detalles, lee 2 Samuel 11 y 12).
Debemos cuidarnos, ser fieles, obedecer y honrar a Dios, y confiar en que ÉL SIEMPRE sabe lo que es mejor para nosotros.
Si nos sentimos cansados, por ejemplo por la monotonía, pidamos fuerzas a Dios para seguir confiando en Él y evitar caer en tentaciones.
(tomado de un diario secreto, 15/03/2015)
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