Góticos de Pensamiento
Gótica de Pensamiento
Hay momentos en la vida en los que te sientes fuera de lugar, como si el mundo estuviera lleno de moldes en los que no encajas. Desde que puedo recordar, he sentido que mi manera de ver las cosas no sigue el camino más común. Me han dicho que mi pensamiento es gótico, y quizá lo sea. No porque vista de negro ni por una fascinación con lo oscuro, sino porque encuentro belleza en lo que otros pasan por alto: la melancolía, lo profundo que hay en la vida y en nosotros mismos. Es porque mi forma de entender la vida está llena de contrastes, de profundidades y de una búsqueda constante por encontrar sentido en lo que otros tal vez prefieran evitar.
Por eso, a veces me digo que soy una ‘gótica de pensamiento’, y no tiene nada que ver con la ropa o con un estilo estético. Es una manera de ver el mundo con profundidad, de mirar más allá de lo superficial y hacerme preguntas que no siempre tienen respuestas. No porque me atraiga lo macabro, sino porque encuentro en lo profundo una invitación a reflexionar. Me gusta pensar sobre la vida, la muerte, los sentimientos intensos y las preguntas que a menudo quedan sin respuesta. Pero en medio de todas mis reflexiones, hay algo que me sostiene: mi fe en Dios.
Creo que hay un propósito en cada emoción, en cada sombra y en cada luz. No encuentro sentido en lo oscuro por sí mismo, sino en lo que se aprende al atravesarlo. Y aunque muchas de mis reflexiones pueden parecer solitarias o melancólicas, en el fondo sé que no estoy sola. Dios me acompaña en cada pensamiento, incluso en los que parecen más difíciles de comprender. A veces, lo que parece aterrador es solo un reflejo de lo que no entendemos del todo. Pero Dios sí lo entiende.
Este blog es mi refugio personal, un espacio donde puedo dejar salir todo lo que llevo dentro: palabras, imágenes, ideas y sensaciones. No se limita solo a textos; a veces son fotos, fragmentos de música, colores o cualquier cosa que me inspire. Todo lo que comparto aquí es una extensión de lo que soy y de cómo veo el mundo. No es un sitio lleno de certezas o respuestas, pero sí un lugar para abrir preguntas o para observar la realidad desde otra perspectiva. No se trata de gritar al mundo ni de convencer a nadie, sino de un lugar donde pueda escribir sobre las cosas que me mueven: las reflexiones más íntimas, la belleza que se esconde en la profundidad de las emociones y las preguntas que no siempre tienen respuesta. Aquí, cada palabra será como una conversación conmigo misma y, tal vez, con quien se cruce con estas líneas.
Para mí, gótica de pensamiento no significa enfocarme solo en lo triste o lo oscuro. Es, sobre todo, descubrir luz en esos espacios, comprender la intensidad de las emociones humanas, incluso las más difíciles. Es una forma de pensamiento que no huye de lo que duele, sino que intenta comprenderlo. Y en esa búsqueda, mi fe sigue siendo mi guía. Porque si algo he aprendido es que Dios no se esconde de las sombras; Él las ilumina. Y tal vez, en cada pregunta sin respuesta, en cada emoción intensa, hay una oportunidad para ver Su luz de formas inesperadas.
Gótica de pensamiento es valorar aquello que otros prefieren ignorar: el dolor, la soledad, las emociones que a veces se ocultan detrás de sonrisas forzadas. Pero no se trata solo de melancolía; también implica descubrir la belleza en esos contrastes. Es mirar el mundo con profundidad, puede ser tanto un regalo como un desafío, porque ver demasiado puede cansar. Pero cuando me siento perdida en esos pensamientos, recuerdo que hay una verdad más grande que todo lo que mi mente pueda abarcar. Y eso me da paz.
A veces, sentirte diferente puede hacer que te preguntes si hay más personas como tú. Personas que no encajan en etiquetas tradicionales, que piensan profundamente, que disfrutan de momentos de soledad tanto como de conversaciones significativas, y que buscan un espacio para ser ellos mismos.
Quizá también debería mencionar que soy pelirroja albina, es una característica que me ha hecho sentir diferente toda mi vida. Este rasgo físico es solo una parte de lo que soy, pero a menudo me recuerda que no encajo del todo en ningún lado. Aun así, creo que nuestras diferencias nos hacen únicos. Tal vez esa sensación de 'ser distinta' sea parte de lo que me lleva a escribir, a intentar entenderme mejor a través de mis palabras.
A lo largo de los años, he aprendido que algunas respuestas no llegan de inmediato, y que está bien no entenderlo todo. A veces, solo queda confiar. Y en esa confianza, en ese acto de soltar lo que no comprendo, he sentido la presencia de Dios con más claridad. Porque aunque mis pensamientos divagan entre preguntas y reflexiones, sé que hay una verdad más grande sosteniéndome.
Este blog no tiene más propósito que ser un refugio para mis pensamientos. Si llegaste hasta aquí, quizá algo de lo que dije resonó contigo. Si no, está bien. Esto no es una invitación, ni una declaración, ni un manifiesto. Es solo mi viaje personal, que con suerte me ayudará a comprender mejor quién soy, mientras dejo que mis ideas encuentren un lugar donde existir.
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