Cuando las Palabras No Encuentran Oídos


Cuando las Palabras No Encuentran Oídos

(Tomado de un diario secreto 11/02/2022)

Ayer, me sentí un poco deprimida al darme cuenta de algo que había estado rondando mi mente. Me percaté de que, todo lo que aprendo en mi relación con Dios y las experiencias valiosas que vivo día a día, solo las comparto con mi mamá. Ella siempre ha sido esa persona con quien puedo hablar de lo que siento, reflexiono y descubro, pero estos últimos días ha estado muy ocupada y no hemos tenido tiempo para conversar.

Esa situación me hizo sentir un vacío, como si no tuviera a nadie más con quien compartir esas partes tan importantes de mi vida. Fue un pensamiento que me entristeció profundamente porque me di cuenta de lo sola que me sentía en ese aspecto. Sin embargo, mientras reflexionaba sobre esto, vino a mi corazón una comprensión que me llenó de esperanza: Dios puede abrir nuevas puertas en mi vida. Él puede traer a alguien con quien pueda compartir estas vivencias, alguien con quien hablar y crecer espiritualmente.

También me di cuenta de que hay otras formas de dar sentido a estas experiencias. Puedo escribirlas, no solo para ordenar mis pensamientos, sino también con la idea de que algún día alguien más las lea y quizás encuentre consuelo o inspiración en ellas. Esa idea me animó, porque me recordó que, incluso en los momentos en los que me siento sola, Dios sigue obrando, y mis experiencias pueden tener un propósito más grande del que imagino.




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