¿Crees en el infierno?

En una ocasión, por casualidad, vi parte de una película que llamó mi atención. En la trama, Satanás tenía hijos, y uno de ellos logró apoderarse de su reino en el infierno. Según la película, Satanás tiene poder y un reino propio en el infierno. Esta representación me resulta irónica, ya que la realidad es muy diferente. En la Biblia, se menciona que el infierno fue creado por Dios como un lugar de condenación para Satanás y sus seguidores. En Apocalipsis 20:10: “Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Esto indica claramente que Satanás no tiene poder ni un reino en el infierno; más bien, es un lugar de su castigo eterno.

Hacia el final de la película, hubo una escena que realmente me impactó: el discurso del hijo que se había apoderado del infierno. En su declaración, él decía:

“Ustedes, que no hay necesidad de obligarlos a pecar,… y que no creen en la existencia de un cielo ni un infierno… me llevare sus almas.”

Luego de escuchar esa frase, todos huían, pero ya estaban condenados; no había dónde esconderse.

Aunque esta frase es parte de una ficción cinematográfica, encierra una verdad inquietante. Muchas personas en la vida real viven de esa manera: sin creer en la existencia de un cielo o un infierno, y sin necesidad de ser empujadas hacia el pecado. Viven ajenas a las consecuencias eternas de sus acciones y decisiones. Lo más preocupante es que podría llegar un momento en sus vidas en que ya no tendrán oportunidad de arrepentirse, cuando estén frente a Dios en el juicio final.

Sin embargo, aún hay esperanza y tiempo para cambiar. Dios, en su infinita misericordia, ofrece a través de su Hijo Jesucristo la posibilidad de redención y convicción de nuestros pecados. Es necesario que nuestro corazón esté dispuesto a recibir esta verdad y aceptar la gracia de Dios. Solo así podremos encontrar el verdadero camino hacia la salvación y evitar la condenación que está destinada para aquellos que rechazan a Dios.

(tomado de un diario secreto 24/May/2017)