Esa inquietud que te hace buscar, Aunque no sepas qué es.
Esa inquietud que te hace buscar, Aunque no sepas qué es.
(Tomado de un diario secreto 29/03/2018)
Hay momentos en los que algo dentro de ti te impulsa a moverte, a salir, a buscar… pero no sabes con claridad qué es lo que estás buscando. Solo sabes que hay una inquietud en tu interior, una sensación de vacío que no se llena con nada. No importa quién eres, ni qué religión practicas, ni cuántas cosas tengas o logros hayas alcanzado. Ese vacío no hace distinción, porque es más profundo que cualquier necesidad material o emocional. Es un llamado del alma.
Podrás intentar calmar esa sensación con distracciones, placeres momentáneos, rutinas o incluso relaciones. Podrás llenar tus días de actividades o rodearte de personas. Pero al final, cuando estés a solas contigo mismo, esa voz interior seguirá hablándote, ese anhelo persistirá. Y es que lo que sientes no es otra cosa que una necesidad espiritual: una sed que solo Dios puede saciar.
No luches más contra ese deseo. No lo ignores ni lo silencies. Ríndete, pero no como quien pierde, sino como quien por fin comprende que ha llegado el momento de abrir el corazón. Busca a Dios, no por obligación, sino por necesidad, por sinceridad, por ese anhelo que tú mismo sabes que existe dentro de ti.
Acéptalo en tu vida. Reconoce que Él es quien ha puesto ese deseo en tu corazón. Él te llama porque te ama, porque quiere que lo conozcas y experimentes Su paz, esa que no depende de las circunstancias externas, sino que nace de una relación viva y real con Él.
Habla con Dios como si fuera tu mejor amigo. No necesitas palabras sofisticadas ni fórmulas repetidas. Solo necesitas sinceridad. Abre tu alma, cuéntale lo que sientes, lo que te duele, lo que te confunde. Y en ese diálogo, poco a poco, empezarás a descubrir que lo que tanto buscabas, lo que tanto necesitabas… era Su presencia en tu vida.
No dejes que pase el tiempo sin responder a ese llamado. Aprovecha tu vida para conocerlo, para caminar con Él, para encontrar en Su amor el sentido que tantas veces buscaste en otros lugares. Porque cuando Dios ocupa el centro de tu corazón, ya no hay vacío, ya no hay soledad, solo una paz que transforma y renueva todo.

Comentarios
Publicar un comentario