El Perdón: Reflejo del Amor de Dios

(Tomado de un diario secreto 15/feb/2018)

A veces, algunas personas cometen el error de decir: "Que te perdone Dios, porque yo no lo haré". Es curioso reflexionar sobre esta frase, porque nos lleva a cuestionarnos: ¿Quién es más importante, Dios o el hombre? Creo que, sin dudarlo, todos podemos concluir que Dios está por encima de nosotros, pues es Él quien tiene el poder absoluto y la soberanía sobre todo lo creado.

Siendo así, si Dios, en su infinita misericordia, nos concede su perdón cuando nos acercamos a Él con un corazón verdaderamente arrepentido, ¿cómo podríamos nosotros, siendo simples humanos, negar el perdón a otros? ¿No es acaso un acto de soberbia retener el rencor cuando el mismo Creador nos enseña a perdonar? Perdonar no significa justificar el daño recibido, sino liberar nuestro corazón del peso del resentimiento y permitir que el amor y la paz de Dios actúen en nosotros.

Negarnos a perdonar solo nos ata al dolor, mientras que conceder el perdón nos acerca más a Dios y a su propósito. Si Él, que es perfecto, perdona nuestras faltas, ¿no deberíamos nosotros, con nuestras propias imperfecciones, aprender a hacer lo mismo?