Tienes que conocer tu ciudad, amigo

 

‘Tienes que conocer tu ciudad, amigo’.

No puedo recordar exactamente dónde leí esa frase, pero se quedó grabada en mi mente y me hizo reflexionar profundamente. Me di cuenta de que, a pesar de vivir aquí durante tanto tiempo, conocía muy poco de mi propia ciudad. Hay tantos rincones, monumentos y paisajes que pasan desapercibidos en el ajetreo diario, y tantas historias que no había escuchado. De repente, me di cuenta de que mi ciudad tiene mucho que ofrecer, más de lo que jamás imaginé. Hay una belleza única en ella, llena de detalles que he empezado a apreciar con una nueva mirada.

Si te detienes un momento y realmente observas, verás que este lugar tiene todo el potencial para ser un destino turístico. Sin embargo, no te diré su nombre, porque quiero que lo imagines como tu propia ciudad. Es posible que donde tú vivas también haya esos tesoros ocultos que aún no has descubierto. Es solo cuestión de mirar más allá de la rutina y ver con ojos de explorador.

Mientras me propongo ser turista en mi propia ciudad, he descubierto su rica historia, las experiencias de su gente y la vibrante vida que late en sus calles. Cada paso que doy me trae una nueva sorpresa. Es increíble cómo una ciudad que creía conocer tan bien sigue sorprendiéndome con detalles y anécdotas inesperadas.

Lo que más me ha gustado de esta experiencia, es que me ha cambiado la perspectiva. Ahora, tengo un deseo más fuerte de viajar y conocer otros lugares, otras culturas. Siento que, si mi propia ciudad me ha sorprendido tanto, el mundo entero está lleno de maravillas esperando ser descubiertas.

(Tomado de un diario secreto 11/oct/2017)


Comentarios