¿Creador de problemas?

(Tomado de un diario secreto 01/nov/2017)

¿Por qué será que a menudo nos creamos problemas cuando no los tenemos?

Es curioso cómo, cuando tenemos tiempo libre, en lugar de usarlo para cosas útiles o productivas, dejamos que el ocio y la pereza tomen control. En lugar de aprovechar el momento para avanzar en lo que debemos hacer, nos quedamos estancados, inactivos, y eso da espacio para que nuestra mente empiece a inventar situaciones o dificultades que no existen. Creamos problemas imaginarios que, si los dejamos crecer, terminan por hacerse reales. Y cuando esos problemas toman fuerza, buscamos a Dios desesperadamente para que nos ayude a resolver algo que nunca debió existir. Son complicaciones que nosotros mismos hemos creado, problemas que no estaban en Su plan para nosotros y de los cuales Él no era el responsable.

Así que, en lugar de desperdiciar ese valioso tiempo libre creando conflictos en tu vida, ocúpate. Si te encuentras con mucho tiempo en tus manos, sal a evangelizar. Si por alguna razón no puedes hacerlo, dedica ese tiempo a leer la Biblia, a orar, a conocer más a Dios. Acércate a Él de manera intencional. Fortalece tu relación con Dios y usa ese tiempo para crecer espiritualmente.

¡Madura en tu manera de vivir! No caigas en el error de desperdiciar tu tiempo generando problemas que nunca debieron existir. Dios, en Su infinita sabiduría, siempre desea lo mejor para sus hijos, aunque muchas veces nosotros seamos tercos, orgullosos, y caigamos en el pecado. Las pruebas que Él permite en nuestra vida tienen el propósito de moldear nuestro carácter, haciéndonos más parecidos a Cristo. Y todo esto lo hace por amor a nosotros.

Por eso, evita ser la causa de problemas, tanto para ti mismo como para los demás. Haz todo lo que esté en tus manos para prevenirlos y vive de manera sencilla. No te enredes en complicaciones innecesarias. Vive una vida plena, con la alegría que proviene de agradar a Dios. Si sigues ese camino, te darás cuenta de que la verdadera felicidad se encuentra en vivir conforme a Su voluntad.