Confusión

Confusión

(tomado de un diario secreto, 23/06/2016)

Cuando me siento confundida, una historia que siempre debo recordar es la de Jeremías 28. En este capítulo, se habla de un falso profeta que engaña al pueblo de Dios con una profecía falsa. Jeremías, también un profeta, demuestra paciencia y sabiduría: escucha, habla cuando es necesario y confía en que Dios hará su voluntad sin importar las circunstancias. Por su fe y discernimiento, Dios lo recompensa al ayudarlo a desenmascarar al falso profeta, revelando la verdad a todos.

Esta confusión que a veces siento está relacionada con las acciones y palabras de algunas personas que se denominan cristianas, pero que no parecen seguir la palabra de Dios. Al recordar la historia de Jeremías 28, aprendo que Dios siempre tiene el control y que puede darme discernimiento, paciencia y paz.

Es importante orar para que todas las personas que han aceptado a Cristo sigan el camino correcto y para que nosotros también lo hagamos.

sentada en la ventana

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