¿Porque Dios no nos obliga amarlo y adorarlo?

¿Porque Dios no nos obliga a adorarlo y amarlo, sino que nos da la libertad de hacerlo, por nuestra propia decisión?

Cuando realmente amas a alguien, disfrutas expresarle tu amor y también te gusta que esa persona te demuestre su amor. A veces, te sorprende cuando intenta demostrarte que te ama a su manera, y es aún más especial cuando lo hace de una forma inesperada. Si esa persona solo te demuestra su amor de la manera que tú prefieres, podría gustarte, pero todo sería predecible y un poco aburrido. En cambio, si lo hace a su manera, es más emocionante porque no sabes qué esperar.

Dios no puede ser sorprendido, porque Él lo sabe todo: lo que sucedió, lo que está sucediendo y lo que sucederá. Sin embargo, nos ha dado libre albedrío, nos ha permitido decidir por nosotros mismos si queremos amarlo. De esta manera, Él sabe que lo amamos por nuestra propia voluntad, no por obligación o imposición.

Imagina si te obligaran a amar a alguien; sería algo terrible para ambos. Aunque hay casos en la historia donde un amor forzado terminó en verdadero amor, al principio suele haber odio y desprecio. Y es aún más horrible cuando solo uno de los dos se enamora, o peor, cuando ninguno lo hace.

Si decidimos a quién amar por nuestra cuenta, lo disfrutamos más. Aunque el amor a veces no se decide y ocurre de manera inesperada, nunca debe ser impuesto.

Desde el punto de vista de Dios, creo que a Él le gusta que lo amemos con sinceridad y libertad, que seamos nosotros quienes decidamos amarlo y adorarlo. Debo reconocer que Él siempre nos demuestra su amor y busca enamorarnos. Lo considero un "romántico total", actuando como un verdadero enamorado interesado en nosotros, encontrando formas de ganarse nuestro amor, pero sin obligarnos.

Estoy convencida de que Dios quiere ver nuestra sinceridad, aunque Él lo sepa todo. Quiere ver que lo amamos porque así lo hemos decidido.

(tomado de un diario secreto, 14/05/2016)

Escuchando esta predica hoy: 1 Carta de Juan (1), recordé este tema, da una muy buena explicación; en mis palabras; “… Dios permitió lo sucedido en Genesis. 3, cuando Adán y Eva pecaron, porque al saber el bien y el mal, tenían completa voluntad de decidir, podían amar a Dios con sinceridad y estar agradecidos de corazón, de todo lo bueno que es El con nosotros.

(tomado de un diario secreto, 22/03/2017)