La verdadera felicidad.


La primera cosa de la cual debo preocuparme no es cuanto puedo servir al Señor, ni cómo voy a glorificarlo, sino como mantengo mi alma en un estado de relación y comunión con Dios y como nutrir mi ser interior.


Hace aproximadamente un año, sentí que Dios me estaba guiando a buscar la felicidad y a divertirme. En ese momento, no entendí completamente su mensaje y me confundí, creyendo que algunos placeres mundanos me brindarían esa felicidad y diversión de la que hablaba. Aunque esos placeres no eran malos, me alejaban de Él.

Sin embargo, al leer el libro "Tesoros Devocionales", específicamente el capítulo sobre George Müller en el día 17 (como se muestra en la imagen), finalmente comprendí lo que Dios quería decirme. Él me llamaba a acercarme más a Él, ya que la verdadera felicidad solo la encuentro en Cristo, y la verdadera diversión cuando permanezco en su presencia.


(tomado de un diario secreto, 17/05/2016)

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