RENDICIÒN
El llamamiento de Dios a que pongamos nuestra vida en el altar de sacrificio
significa que le
damos todo cuanto somos: nuestros
derechos, reputación, deseos, planes futuros, todo lo que nos concierne. Primero nos entregamos para
toda la vida, y luego,
día a día, momento a momento, decisión a decisión.
Tomado del libro Rendición de Nancy Leigh DeMoss
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