Influencias

INFLUENCIAS


Cuando permitimos que las personas influyan demasiado en nosotros, ya sea para complacerlas o por el deseo de ser como ellos, corremos el riesgo de adoptar sus valores y creencias, llegando incluso a venerar lo que ellos veneran. Este fenómeno se asemeja a la historia que encontramos en 1 Reyes 11:3-6, donde el rey Salomón, al casarse con mujeres extranjeras, terminó adorando a los dioses de ellas.

En la sociedad actual, esta dinámica se observa cuando conocemos a alguien que nos cae bien y permitimos que nos guíe por su estilo de vida. Por ejemplo, si esa persona pasa mucho tiempo viendo televisión, navegando en internet, consumiendo contenido inapropiado o drogas, es posible que nos veamos arrastrados a seguir sus mismos hábitos. Es crucial cuidarnos de estas influencias, ya que los "dioses" contemporáneos pueden ser diferentes a los de la antigüedad, pero conservan su poder de influencia sobre nosotros cuando les dedicamos tiempo y atención.

En medio de estas influencias, oramos: "Dios, ayúdanos a mantener nuestros corazones cerca de ti. Que cada día nos inclinemos más hacia ti, buscándote, adorándote como deseas y obedeciéndote en todo momento. Permítenos ser fieles a ti y que nuestro amor por ti crezca día a día, fortaleciéndose y profundizándose".

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1 Reyes 11:3-6: Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y sus mujeres le desviaron el corazón. Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era ya perfecto para con Jehová, su Dios, como el corazón de su padre David. Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, pues no siguió cumplidamente a Jehová como su padre David.

(Tomado de un diario secreto, 27/07/2015)



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