Fe bajo ataque: una reflexión sobre la historia de Shompa Roy y su hija en Bangladesh.

Fe bajo ataque:

Una reflexión sobre la historia de Shompa Roy y su hija en Bangladesh.

En un mundo donde muchas veces damos por sentada la libertad religiosa, la historia de Shompa Roy y su hija nos confronta con una realidad dolorosa y profundamente inspiradora. En Bangladesh, un país donde los cristianos son una pequeña minoría, Shompa ha decidido seguir a Cristo a pesar de haber nacido en una familia hindú. Esta decisión no solo cambió su vida espiritual, sino que también la expuso al rechazo, la violencia y el aislamiento social.

Recientemente, Shompa fue brutalmente agredida por un grupo de personas junto con su hija de apenas once años. ¿El motivo? Compartir su fe. Esta no es una historia aislada; es el reflejo de lo que viven miles de cristianos alrededor del mundo. Sin embargo, en medio de la oscuridad, la luz de su testimonio brilla intensamente. A través de su vida, más de 140 personas han conocido a Cristo. Su fe no solo ha resistido los golpes físicos, sino que ha florecido en servicio y en valentía.

La Biblia nos recuerda en Juan 16:33 las palabras de Jesús: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Creo que Shompa vive esta promesa cada día, caminando con convicción en medio del sufrimiento. Su historia nos invita a mirar más allá de nuestras propias comodidades y a preguntarnos: ¿cómo estamos viviendo nuestra fe?

Cuando leemos en Mateo 5:10: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos,” comprendemos que el sufrimiento de los fieles no es en vano. El Reino de Dios se revela, muchas veces, en la fidelidad silenciosa y firme de aquellos que el mundo rechaza.

Como cristianos, también tenemos la responsabilidad de no permanecer indiferentes. Hebreos 13:3 nos exhorta: “Acordaos de los presos, como si vosotros estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.” Estamos llamados a ser un solo cuerpo, y cuando uno de nuestros hermanos sufre, todos estamos llamados a responder, al menos en oración, solidaridad y acción.

La historia de Shompa y su hija no solo es un llamado a la empatía. Es una invitación a examinar nuestra propia fe, a vivir con propósito, y a comprometernos más allá de lo cómodo. Que su valentía inspire en nosotros una fe más activa, más agradecida, y más dispuesta a ser luz en medio de las tinieblas.

° Para saber más de su historia puedes leerla dando clic aquí.