Mi deseo
Mi deseo...
Aprendí de ti, mi Dios, que el amor no es solo recibir, sino también dar. Hoy reflexioné sobre cómo tú esperas que entreguemos todo a tu servicio. Tu presencia nos llena por completo a aquellos que te recibimos y amamos, y anhelas ver cuánto amor te tenemos. Esta es una de las razones por las que escudriñas nuestros corazones.
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