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Mostrando las entradas de septiembre, 2025

La Locura de una Libertad que Aplaude lo Inmoral.

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La Locura de una Libertad que Aplaude lo Inmoral (Tomado de un diario secreto 01/may/2018) Qué ironía la de la vida: pareciera que el mundo entero se ha vuelto tan insensato que, a veces, da la impresión de que en un manicomio podría encontrarse más cordura que en las calles. Todo se ve al revés. Lo que antes era valorado como virtud, ahora es motivo de burla; y lo que debería ser motivo de vergüenza, hoy se celebra como si fuera un logro. Es ridículo y, al mismo tiempo, doloroso ver cómo tantas personas caminan con los ojos cerrados, creyendo que son libres cuando, en realidad, están atadas a cadenas invisibles. Se habla de libertad como si fuera el bien supremo, pero esa libertad se ha convertido en un pretexto para justificar la perversión, la degradación y el desprecio por lo que es justo y verdadero. Muchos comprometen sus principios por dinero, por fama o por conservar un puesto de trabajo, hasta llegar a traspasar los límites de la decencia. Y lo peor es que esa conducta se vis...

Para esos días grises frente al espejo.

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Para esos días grises frente al espejo (Tomado de un diario secreto  19/04/2018) Hubo un tiempo en mi vida en el que, por varios días seguidos, me invadía un sentimiento de inconformidad conmigo misma. Me miraba al espejo y no lograba reconocer nada que me agradara: sentía que era una persona fea, mi físico me disgustaba, mi piel demasiado delicada me incomodaba y mi cabello, rebelde e incomprensible, parecía acentuar más mi malestar. Trataba de convencerme de que todo estaba bien, de que no debía darle tanta importancia, pero por más que lo intentaba no conseguía salir de ese estado de tristeza que poco a poco me hundía en una especie de depresión silenciosa. Fue en esos mismos días cuando decidí visitar a una prima muy querida, que tiene dos hijas pequeñas. Al llegar a su casa, la niña de apenas un año se sentó a mi lado con esa calma que solo los más pequeños pueden transmitir, mientras que su hermana, de cuatro años, permaneció de pie frente a mí. Lo curioso fue que no dejaba ...