Ni el diablo quiere ir al infierno
Ni el diablo quiere ir al infierno
Cuando tenía unos 13 años, por alguna razón que no recuerdo, quería ser parte de un grupo satánico. Mi intención era formar parte de aquellos que engañan a los cristianos, haciendo que crean que están bien con Dios cuando en realidad están muy lejos de Él. En ese tiempo, pensaba que Satanás era el dueño del infierno. Después de reflexionar y considerar cómo podría unirme a uno de esos grupos, sentí que Dios vino a mí. No sé cómo explicar lo que sucedió, pero me salvó de tomar una decisión tan tonta. Nunca llegué a unirme ni conocí a nadie que estuviera en esos grupos. Dios me convenció de que mi vida estaba mejor con Él.
Un año después, estaba en mi habitación, recuerdo que estaba la tarde fresca, y sentí que Dios me inspiraba a leer sus escrituras. Tomé mi Biblia y comencé a ver con claridad cosas que antes no había entendido. Dios es el dueño del cielo y del infierno, y Satanás no quiere ir solo a la condenación eterna, por eso, trabaja arduamente para mantener engañado al mundo. Muchos creen que él es el dueño del infierno, especialmente aquellos que entregan su vida a él, pensando que compartirán un reino en la eternidad, pero en realidad, es un sufrimiento eterno, y solo la luz de Cristo puede salvarnos de esa condenación, siempre y cuando lo aceptemos como nuestro salvador aquí en la tierra.
La cita bíblica principal es Apocalipsis 20:10: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos."
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